OPINIÓN

Netflix, varios expertos opinan sobre su llegada a España

Netflix, varios expertos opinan sobre su llegada a España
Netflix, varios expertos opinan sobre su llegada a España
Netflix, varios expertos opinan sobre su llegada a España

¿Cómo funciona Netflix? ¿Es realmente tan bueno como lo pintan? ¿Sustituirá a la televisión lineal? ¿Por qué ha tardado tanto en entrar en España? Varios expertos opinan sobre el fenómeno, que aterrizará en España en octubre.

Hace unos meses, hablamos de la hipotética llegada de Netflix a España en la revista CINEMANÍA. Variety había dejado caer la posibilidad de que Netflix llegase a España en 2017, pero ayer fue la propia compañía de televisión en streaming la que confirmó que Netflix llegará a España en octubre, a un precio aproximado de ocho euros al mes. Más datos: para los que se suscriban podrán ver cine y series en alta definición, incluso en 4K; en castellano y en versión original subtitulada; también producciones hechas en España. El primer mes de prueba será gratuito y se puede cancelar la suscripción cuando uno quiera. Se podrá ver en tabletas, teléfonos, consolas y ordenadores, cómo y cuando quieras. Eso sí, el catálogo será limitado y series como House of Cards y Orange is the New Black no podrán verse por el canal por estar cedidos sus derechos a Canal+.

“Look at the Bigger Picture”. El credo del implacable Francis Underwood, protagonista de House of Cards, se ha convertido en el mantra del canal que parió la primera serie para web nominada a los Emmy. Sirva como metáfora aquella sugerente escena del despiadado político (Kevin Spacey) matando a un perro moribundo con sus propias manos para entender la revolucionaria propuesta de Netflix. “Tener una visión más amplia” pasa por darle matarile a la tele lineal, “la de toda la vida”, ofreciendo a los espectadores y a los creadores libertad total. ¿Quién no lo querría? Netflix is coming Renovarse o morir. Esa visión “más amplia” no es ciencia-ficción. La tele por internet está sustituyendo al consumo lineal, como las aplicaciones (Apps) lo están haciendo con los canales. Los mandos a distancia están desapareciendo, mientras proliferan todo tipo de pantallas. En sus “estamentos” (los puedes leer en su web) los creadores de Netflix presumen de estar liderando esta rebelión donde el consumidor (su suscriptor) es el rey. Como explicaba Cindy Holland, la productora de contenidos originales de Netflix en una entrevista en The Hollywood Reporter, “nuestra prioridad es crear series que a los suscriptores les gusten“, por delante de las buenas críticas o del prestigio del canal. “Parece inalcanzable, pero todo se basa en la planificación y en creer que puedes hacerlo”. Con 50 millones de suscriptores en 41 países, Netflix, fundada en 1997 como negocio de dvd por catálogo, ofrece de una forma sencilla y compatible con cualquier dispositivo cine y series de televisión por una tarifa plana (ocho dólares al mes en EE UU), sin publicidad, ni contenido pay-per-view. En 2011 anunciaron su primer contenido original, la posteriormente premiada House of Cards, al que siguieron la resurrección de Arrested Development, la terrorífica Hemlock Grove, de Eli Roth, y un fenómeno televisivo a nivel mundial, la cárcel de Orange Is the New Black. A diferencia de sus competidoras (HBO, Amazon, Hulu), Netflix no invierte en pilotos –en 2012 las cadenas rodaron 113 episodios, se emitieron 35 de ellos y sólo 13 dieron lugar a una serie, la mayoría de ellas canceladas posteriormente–, negocia temporadas completas con los creadores, sin temor a la cancelación, y las sube del tirón. ¿Consecuencias? No compiten por el prime time, las tramas no necesitan cliffhangers, el uso de la música es diferente, los personajes no necesariamente deben aparecer en todos los episodios. “Si el espectador ve un promedio de dos episodios y medio por noche, hay que intentar ser lo menos repetitivo posible”, explicaba Holland. ¿Un ejemplo? Según Procera Networks, el 2% de los netflixers americanos vieron todos los episodios de la primera temporada de House of Cards en su primera semana de estreno. Y es que los datos no mienten: en 2013 el 60% de los americanos optaron por el binge-watching (atracón de episodios) y ocho de cada 10 vieron las series cuando quisieron. El 42% de los netflixers, además, usaron el ordenador, según varios análisis de la empresa de investigación de mercados Nielsen. Prescriptores de contenidos Netflix ha aprovechado esta falta de conexión entre los consumidores y los canales tradicionales. Y su mayor reto para seguir captando suscriptores –ya que no vive de la publicidad– pasa por personalizar su oferta, creando prescriptores e indexando contenidos. Como comenta a CINEMANÍA Miguel Salvat, director de CANAL+, “aquí es donde entran elementos como la imagen de marca, el motor de búsqueda, los contenidos exclusivos, la capacidad de recomendación de temas…”. De ahí que los propios integrantes del canal mantengan el blog de Netflix, recomendando contenidos –una directiva, madre de dos, escribe posts para suscriptores con hijos–, o que estén siempre alerta a los gustos del suscriptor, creando contenidos específicos para el mercado internacional: en América Latina van a estrenar Narcos, de Jose Padilha; Sense8, de los hermanos Wachowski (con Miguel Ángel Silvestre en el reparto), que se estrenó ayer, tendrá multitud de localizaciones, muchas de ellas donde Netflix opera; Marco Polo será una historia épica global o Club de cuervos, su primera serie en español, una comedia, con Carlos Bardem, sobre un club de fútbol tras la muerte de su propietario… “Las marcas de servicios de descargas de video y streaming son conscientes de que en los próximos años las diferentes distribuciones de imágenes en video (broadcast, satélite, cable, servicios de internet) convergirán en una sola”, explica Salvat. En YOMVI (sin horarios, sin programación, sin esperas), “el nuevo CANAL+”, se puede disfrutar en España de temporadas completas, como la de Orange Is the New Black, “una sorpresa”, según Salvat: “Ha superado todas las expectativas, tanto en consumo en canales lineales y en YOMVI (donde ahora mismo se puede consumir la segunda temporada en binge), como en ruido positivo generado a través de medios tradicionales y redes sociales”. Lo cierto es que la irrupción de Netflix en cualquier país causa conmoción o, al menos, se vive como todo un acontecimiento. Como analizaba el Sydney Morning Herald ante su inminente entrada en Australia, estimaciones no oficiales hablaban de 200.000 suscriptores, o lo que es lo mismo, dos millones de dólares al mes de ingresos, sin contratar empleados ni comprar una sola hora de contenido en la tele lineal. “Como modelo de negocio” –decía el diario– “es impresionante”. Un sistema que, a pesar de los rumores, no acababa de cuajar en España. Netflix en España La llegada a España de Spotify en 2008, el innovador servicio online de música, nos hizo creer, cuando comenzó Netflix a instalarse en Canadá y América Latina, que España se convertiría en la primera parada de su invasión europea. No sólo no fue así, sino que nunca ha quedado claro cuáles son los motivos reales por los que Netflix no quería saber nada de nosotros. Según explica a CINEMANÍA Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, tres podrían haber sido las causas: “Los derechos de autor son muy caros, con lo que no sería rentable para Netflix; la poca disposición de los usuarios a pagar, y la competencia de Wuaki”. En efecto, el videoclub online líder en Europa, con un millón de suscriptores en España y Reino Unido, se estaría posicionando, según Citi Research, como “la Netflix europea” (ya se encuentra en 11 países en Europa). Desde Wuaki comentan que "la competencia es sana para mejorar y, además, ayudará a que más gente descubra una nueva forma de consumir contenido de pago por internet". Pero dejan claro que Wuaki "continuará siendo el servicio líder en España por varios motivos, como tener todos los estrenos de cine en alquiler por 3,99€, que no están disponibles en los países donde opera Netflix". También incluyen House of Cards...

Basándose en un estudio realizado por la Asociación de Internautas en España, Víctor Domingo recalca que “a pesar de que intentan convencernos de lo contrario, no existe una oferta de contenidos legal como en EE UU. La industria debería ser capaz de ofrecernos una oferta legal y asequible. Es necesaria una reforma profunda de la ley de Propiedad Intelectual que se adapte a los nuevos tiempos para garantizar los derechos de autor y el acceso de todos a la cultura”. Belén Frías, directora de comunicación de Fox, por el contrario, cree que “la mayor parte de los contenidos de la TV de pago ya está disponible en opciones legales de consumo en streaming”. Y nombra ejemplos como YOMVI, TiVo, Nubeox, Total Channel, Filmin o Wuaki. “Funcionan de una forma muy similar a Netflix“. Por eso, está convencida de que la llegada de Netflix a España “estimularía la competencia, ya que sería un proveedor de contenidos más, ofrecería más contenido y ayudaría a expandir el mensaje de que la descarga puede y debe ser legal, de pago y por tanto sujeta a los derechos de emisión”. La prioridad, en cualquier caso, "es adelantar los estrenos“, concluye.

En una entrevista en El Mundo, el creador y presidente de Netflix explica que no le preocupa la piratería porque en España "hay un público acostumbrado a ver contenido en internet. Nosotros ofrecemos una alternativa mucho más sencilla e inmediata que buscar un torrent". Se fomentaría la competencia, lo que significará un mayor crecimiento. Un círculo virtuoso en el que ganarán los espectadores y con el que Netflix no pretende robar suscriptores. En EE UU se ha constatado que su servicio es complementario, siempre y cuando la competencia ofrezca contenido único. En cualquier caso, dice Reed Hastings, "la red es abierta y los operadores saben que sus usuarios esperan esa apertura. Lo puedo decir de otra forma: no necesitamos su permiso porque la red es abierta".

El futuro de la televisión

"Si eres capaz de crear una App, puedes convertirte en una cadena de televisión. Lo que vamos a ver son muchas ofertas, un mercado muy diverso", predice Hastings sobre el futuro de la televisión. “Accesible. Adaptable. Affordable”, explica Elena Neira, docente de nuevos modelos de distribución. “El famoso trío de ases de Netflix ha producido una brecha, pero…”. ¿Qué camino nos queda por recorrer? “Siguen existiendo otras demandas de contenido (como SVOD –vídeo a la carta–, sólo tiene catálogo y producción propia), otras formas de consumo (la live experience, la segunda pantalla…) y una audiencia cada vez más fragmentada en nichos. Y eso sin contar los intereses publicitarios de los sistemas tradicionales y el gap generacional”. Necesitamos una mayor libertad, que fomente la creatividad y que dé acceso a todo para todos everywhere de una forma legal. Los nuevos operadores como Netflix innovan rápidamente, subirse a la ola sólo será cuestión de tiempo.

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