Cannes 2015 Día 9: El gatillazo de Gaspar Noé

¿De qué se habla en Cannes hoy? Del cansancio. Del cansancio extremo ya. De que queremos volver a casa. Dormir. Dormir más de cuatro horas. Comer como personas normales, y no como animales a los que ya les da igual lo que les pongan delante.

También hablamos ya cada vez más del posible palmarés, ya que sólo faltan por ver tres películas en competición: Valley of Love, que la veremos esta noche; mañana Chronic y el sábado Macbeth. Ayer entró nueva competidora por la Palma de Oro: The Assassin, de Hou Hsiao-Hsie, podría tener serias posibilidades con este jurado presidido por los Coen.

¿Qué hemos visto? Love, de Gaspar Noé. Anoche, de madrugada, en un pase que empezaba supuestamente a las 12.15, pero no arrancó hasta la una, después de casi una hora de avalanchas a la entrada del Palais. La excitación que tenía la gente ante la promesa de sexo en 3D era casi violenta. ¿Y al final para qué? Para ver más de dos horas de eso, sexo en 3D, mal 3D. Sin historia, sin emociones, por mucho que sea lo que quiere transmitir, con actores pésimos (a ellas las encontró en una discoteca y una fiesta) y diálogos que ni la peor película X. Dos horas de sueño tiradas a la basura. Ah, y si os lo estabais preguntando, por supuesto sí: Noé hace aprovecha el 3D y hay salpicones a la cara.

Dheepan, de Jacques Audiard. Con tres horas de sueño encima, me he lanzado a la película de Audiard, sin saber mucho de ella y ha conseguido que no me durmiera a pesar de las circunstancias. Es una historia de tres inmigrantes de Sri Lanka en Francia, que fingen ser una familia para entrar en el país y caen en un barrio de extrarradio dominado por la violencia y la droga. Las tensiones en la falsa pareja, y la falsa familia se mezclan con las broncas con los traficantes del barrio para los que trabajan en labores domésticas. Es el mejor Audiard, que rueda igual de bien las escenas de acción que las más íntimas. Como intuíamos, era la francesa buena de la Selección.

The Assassin, de Hou Hsiao-Hsien. Oh, Gaspar Noé, no sólo me quitas horas de sueño, sino que me pasa factura viendo una de las películas más bonitas del Festival. Bonita, pero lenta y dura para ver en el penúltimo día.

Valley of Love, de Guillaume Nicloux.

¿Qué te has perdido? Comoara, de Corneliu Porumboiu. La segunda película rumana de la sección Un certain regard. Es imposible llegar a todo.

¿Qué has comido? Sopa miso y sushi, lo más light que he encontrado para el estado en el que están los estómagos después de nueve días de comer fuera.

¿Con quién has hablado? Con los actores y el director de Dope: Zoe Kravitz, Quincy Brown (hijo de Sean Combs/Puff Daddy), Tony Revolori (El gran hotel Budapest), Kiersey Clemons (Transparent) y Rick Famuyima, director y guionista. Han hablado de su relación con la música hip hop de los noventa a la que tanto se venera en el filme, de Pharrell Williams, productor e ídolo para todos; de los padres famosos (con Brown y Kravitz), de Wes Anderson con Revolori, el más divertido de todos y, sobre todo, de la relevancia que tiene la película como testimonio generacional en EE UU. O al menos, ese es el ruido que ha generado desde su estreno en Sundance. Ellos fueron mis últimas entrevistas de este año.

¿Qué esperas de la jornada de mañana? Mi despedida y cierre de este Cannes 2015. Me pierdo el sábado, el último día con películas en el Festival, aunque estaré pendiente de lo que dicen mis compañeros de Macbeth; y me pierdo el palmarés en directo, aunque lo veremos por streaming y os lo contaremos. Mañana me despediré con Chronic, el salto de Michel Franco al inglés, en una película con Tim Roth. Y si aún quedan tiempo y ganas: entraré a ver El principito, la adaptación animada de Mark Osborne.

Cannesometro: Lo dicho, a Carol y Son of Saul como seguras en el Palmarés se podía unir The Assassin. Y se sigue hablando de ver algo de The Lobster, y por qué no, una Palma para Michael Caine. Lo que sea para Michael Caine.