La industria del porno usa la vergüenza contra la piratería

Una productora X exigirá indemnizaciones a casi 3.000 usuarios británicos que se descargaron sus películas. Si se niegan a pagar, les demandará y hará públicos sus nombres. Por CINEMANÍA
La industria del porno usa la vergüenza contra la piratería
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La industria del porno usa la vergüenza contra la piratería

Dentro del mundo del celuloide, al cine X siempre le ha tocado bailar con la más fea. A sus películas nunca se les prodiga el respeto debido a sus hermanas sin jadeos, sus intérpretes rara vez pueden pasarse a otros géneros (con excepciones: ahí tendremos esta semana a Nacho Vidal en Impávido) y tanto las autoridades como las ideologías antisistema suelen condenarlo sin remisión. Aun así, o gracias a todo ello, el porno tiene entre manos un arma muy poderosa, y va a comenzar a usarla para luchar contra la piratería en la Unión Europea. ¿De cuál hablamos? Pues está claro: de la vergüenza pública.

Resulta que, según informó ayer la BBC, la productora de cine 'para adultos' GoldenEye ha obtenido permiso judicial para enviar una carta (enlace en inglés) a 2.815 usuarios de la empresa proveedora de servicios 02. En la misiva, GoldenEye señala a dichas personas como culpables de haberse descargado sus películas a través de internet, y les propone cuatro "sencillas" condiciones para que su caso no vaya a juicio: firmar un escrito comprometiéndose a no volver a bajarse una porno jamás, comprometerse a borrar todo el material descargado, y finalmente pagar una indemnización que será pactada a puerta cerrada entre la productora y el demandado. ¿Y si los requeridos se niegan a aceptar? Pues les espera lo que ya te estarás imaginando: una demanda judicial y su consiguiente juicio, con el esperable bochorno ante la familia, los amigos y los funcionarios del juzgado.

Otro aspecto de la acción puede causar serios apuros familiares. Nos referimos a la cláusula de la carta según la cual, si el usuario sospecha que las pelis guarras no han sido descargadas por él mismo, sino "por otra persona que haya usado su ordenador", el titular de la línea deberá "proporcionar una lista detallada de todos los habitantes de su domicilio que se conectan a internet". ¿Cuántos menores de edad, o habitantes de un piso compartido, deben estar temblando de miedo en este momento?

Aunque esta medida no sea enteramente nueva (sí es, por contra, la primera vez que ocurre en la Unión Europea) y aunque sus términos puedan parecer severos, podría haber sido mucho más fuerte. Para empezar, el Tribunal Supremo del Reino Unido impuso a GoldenEye el deber de evaluar por separado cada indemnización, en lugar de exigir un fijo de 900 euros como era su intención. Este sistema, conocido como "paga o verás", sí ha sido empleado en EE UU, donde los productores de la parodia porno de Avatar demandaron a más de 7.000 personas por descargar ilegalmente su película, a cambio de no hacer públicos sus nombres.

Claro que hay figuras de esta industria que prefieren adoptar un enfoque más, digamos, personal al respecto. Como la estrella del cine para adultos Kristina Rose. Consultada al respecto por The Daily Beast el año pasado, esta actriz declaró: "Si me entero de que uno de mis seguidores en Twitter se ha descargado una de mis películas, le baneo y no vuelvo a aceptarle hasta que me ha enviado una foto suya con el dvd original. Si ellos no pagan, yo no cobro, y si no cobro, no enseño el culo".

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