"¡Lo veo todo negro!": Las 10 películas más góticas

Aún no nos hemos decidido sobre si su personaje está inspirado en Robert Smith, o en Joaquín Reyes haciendo de Robert Smith. El caso es que, en Un lugar donde quedarse, Sean Penn encarna a una estrella del rock retirada con las hechuras del líder de The Cure:pelazo teñido de negro, más maquillaje y polvos de arroz que en un concurso de drag queens y un vestuario más negro que el de una anciana de las Hurdes. Ante tal estampa de ultratumba, en CINEMANÍA hemos desempolvado nuestras copias de Faith, Pornography y Disintegration para, a sus fúnebres sones, darnos un garbeo por los rincones más oscuros del cine. Con vosotros, lectores, las películas más góticas de la historia.

Es muy oscura porque... En un informe como este, es de rigor un comienzo vintage. Y el filme de Robert Wiene, una sátira terrorífica contra el ascenso de los nazis, nos viene que ni pintado para ello. No sólo dio nombre a la banda española (que militó en las filas góticas antes de volverse torera), sino que el look de su protagonista Conrad Veidt ha sido copiado hasta la saciedad por darkies de todo el mundo, desde los pelazos hasta esa forma de ir por la vida en plan sonámbulo. Puedes verla completa en YouTube.

Es muy oscura porque... Metidos ya en los años de esplendor de la música tenebrosa, mencionar esta película es de rigueur. Nada más comenzar, podemos ver a los Bauhaus tocando Bela Lugosi's Dead en el club Batcave de Londres, algo que ya de por sí justificaría su inclusión en la lista. Y, además, uno de sus actores es David Bowie, padre oficioso del movimiento. Pero es que, para colmo, el filme de Tony Scott (aún más cercano a su hermano Ridley que a los pilotos chulapones de Top Gun) se centra en algo tan extremadamente gótico como la reinvención del mito del vampiro.

Es muy oscura porque... Aunque a Dario Argento le va más el rock progresivo que el postpunk, esta película debería ser de visionado obligatorio para todos los góticos que han sido, son y serán. Entre otras razones, porque su tema principal (obra del grupo Goblin) podría dar pesadillas hasta al fan más encallecido del género, y porque no deja de ser un cuento de hadas perverso, con su chica perdida (Jessica Harper), su bruja mala y su mansión encantada y tenebrosa. Todo ello tan exagerado y tan bañado en sangre que le perdonamos que salga Miguel Bosé.

Es muy oscura porque... Sí, lectores, ya ha llegado el momento: por fin mencionamos en nuestra lista el nombre de Tim Burton. Y, como hablar aquí de toda la filmografía del director sería muy cansado, nos remitimos a la película que le convirtió en mesías del cine oscuro, pero con corazón. Tras ver a Winona Ryder enlutada y depresiva en Bitelchús, fue todo un punto verla aquí transformada en pija rubia enamorada del reverso tenebroso. Y qué decir de ese Johnny Depp que, además de ganarse a pulso el título de actor fetiche, encarnaba a la perfección el arquetipo de chico extraño condenado a la marginación por su pálida tez, su cardado y sus prótesis acuchillantes. Pesadilla antes de navidad o Sweeney Todd también marcaron estilo a su manera, pero lo original es siempre lo mejor.

Es muy oscura porque... Si Eduardo Manostijeras nos mostraba la parte más introspectiva (algunos dirían "llorona") del movimiento gótico, tres años antes Joel Schumacher se centraba en su vertiente más antisocial, expresada... Pues sí: en una pandilla de vampiros adolescentes. Llevar la firma del director de Batman y Robin no contribuye mucho al prestigio crítico de esta película, pero si alguna vez te has sentido como un malote peligroso y tenebroso escuchando a The Mission, Sisters Of Mercy o incluso Echo & The Bunnymen (que aportan un tema a la banda sonora) ya tardas en revisarla.

Es muy oscura porque... Esta va para vosotras, lectoras amantes de la oscuridad. Porque toda chica de estética gótica ha tenido que aguantar alguna vez que la llamen "brujita", así que las aventuras sobrenaturales de Robin Tunney y su pandilla de hechiceras teen no podían faltar aquí. Ahora bien: aunque la prota sea la heroína oficial del cuento, a nosotros el personaje de Fairuza Balk nos parece mucho más estimulante, tanto en lo estético (siguiendo el ejemplo, siempre vigente, de Siouxie) como en su conducta.

Es muy oscura porque... ¿Otra más de vampiros? Pues sí, ¿qué te esperabas en un reportaje como este? Además de cimentar la reputación como sex symbol de Brad Pitt, convertir a Kirsten Dunst en estrella infantil del lado oscuro (así ha acabado la chica, trabajando con Lars Von Trier) y regalarnos a un Tom Cruise de lo más desatado y maligno, este filme de Neil Jordan nos recordó que el siniestrismo no significa sólo vestir de negro y escuchar música tenebrosa, sino también cultivar el morbo y la decadencia, con o sin chorreras. Y si, entre unas cosas y otras, degustas un chupito de sangre, pues casi mejor.

Es muy oscura porque... Si El ansia es un filme para fans de Bauhaus, y Jóvenes ocultos les viene de perlas a los oyentes de 'los Sisters' o Fields Of The Nephilim, el segundo trabajo de Alex Proyas tras la genial Dark City se encuadra de lleno en el siniestrismo más guitarrero, industrial y brutote de los 90, en plan Type O-Negative. Lo que iba a ser un filme directo a vídeo se convirtió en fenómeno de masas debido a la trágica muerte, en pleno rodaje, del protagonista Brandon Lee, hijo de Bruce Lee y parangón estético para góticos, metaleros y gótico-metaleros del mundo debido a su oscuro atavío y su cadavérico maquillaje.

Es muy oscura porque... Como bien saben los roleros del mundo, uno de los epicentros del goticismo más friki durante el último par de décadas fueron los juegos de rol de la compañía White Wolf. Más concretamente, Vampiro: La Mascarada y Hombre Lobo: El Apocalipsis, que daban un barniz cyberpunk a dos de los mitos clásicos del terror. ¿Adivinas qué empresa demandó por plagio a Len Wiseman, esposo de Kate Beckinsale y creador de esta -aparentemente interminable- franquicia? Pues sí, fíjate.

Tan embebidos estábamos en el mundo de los sayales negros, el maquillaje y el cardado, que nos hemos olvidado de los darkies menos a la moda. Es decir, esos cuyas pintas no ponen nerviosas a sus madres, pero que pese a ello llevan grandes dosis de ansiedad existencial en sus corazones y sus colecciones de discos. Vamos, como el personaje de Jake Gyllenhaal en esta película de Richard Kelly. Además de por una banda sonora con presencia de Echo & The Bunnymen, Joy Division (tenían que salir) y Tears For Fears (cuyo tremendo Mad World es versioneado por Gary Jules), Donnie Darko es un filme tan angustioso en fondo y forma que lo preferimos a otros de oscuridad más impostada.