Los cambios en el guión de 'Prometheus', al descubierto

Que si era una precuela de Alien, que si al final no. Que si las intervenciones de los xenomorfos quedaban finalmente casi de adorno. Que si es una herejía anticatólica. Que si, en realidad, era un remake de En busca del Arca perdida con una nave espacial en funciones de pedrusco rodante... Las controversias suscitadas por Prometheus entre los fans de la saga más espacial y viscosa parecen no tener fin, pero nosotros tenemos un documento que podría acabar con ellas de una vez por todas: se trata de las confesiones del coguionista John Spaihts a la revista británica Empire. En ellas, este escritor (quien firmó el primer borrador de la película) explica todos los cambios que Ridley Scott y Damon Lindelof, con un empujoncito de los ejecutivos del estudio, introdujeron en el planteamiento original.

Spaihts llama la atención sobre el secretismo que rodeó a la producción, y sobre la tensión de trabajar en un filme tan esperado ("Si me llego a olvidar el portátil en una cafetería, habría salido en las noticias"). Y también señala que una entrevista al respecto, ya grabada y prevista para aparecer en el Blu-ray, no será emitida por problemas legales. De modo que este es su momento para ajustar cuentas con Scott y compañía, contándonos una retahila de cambios que confirman lo que ya sospechábamos: durante su primera fase, Prometheus iba a estar mucho más relacionada con la saga de Ripley y sus enemigos con sangre ácida de lo que finalmente llegó a los cines. Por supuesto, todo lo que podréis leer a continuación está lleno de SPOILERS enormes para quienes aún no habéis visto la película. Avisados estáis.

Según detalla John Spaihts, la escena en la cual Noomi Rapace se deja operar sin anestesia por un androide quirúrgico figuraba en el guión original de una manera bastante distinta. Y, además, estaba pensada como uno de los vínculos más importantes entre Prometheus y la saga Alien original. Según su artículo, el momento fue fruto de su curiosidad "sobre por qué nadie había sobrevivido al nacimiento de un revientapechos". Así pues, desarrolló "una escena muy gore, y muy similar a la que aparece en la película: la diferencia está en la coreografía". ¿Y qué quiere decir esto? Pues que si, en la versión rodada, lo que el medpod extrae del abdomen de Noomi es el embrión de lo que acabará siendo un comecaras gigante, en su libreto era ya un xenomorfo entero y verdadero. A quienes se extrañaban de que la arqueóloga Shaw pudiese ejercer de heroína como si tal cosa tras sufrir la operación, lo que sigue les resultará lógico: "Ella caía inconsciente durante varias horas mientras la máquina la suturaba. Al despertarse, descubría a esa cosa creciendo sin parar y matando gente. De modo que, cuando sale de la cápsula ocho horas después, el bicho está dando vueltas por la nave y se ha convertido en un peligro enorme". Spaihts remacha indicando que dicha escena fue la primera, pero no la única, en ser "desalienizada" por Scott y Lindelof.

Durante su relato, el guionista nos indica algo que era muy de esperar: el director inglés tiene mucha querencia por el lado gore de la zoología. "Ridley es un gran coleccionista de parásitos y depredadores de todo el mundo", comenta. "Tiene un archivo fotográfico enorme de criaturas auténticas que dan mucho miedo: avispas que abren los caparazones de escarabajos vivos para implantarles sus larvas, y cosas así". Así pues, el cineasta recurrió a dicha colección para imaginar ocho formas posibles para su criatura: "Imaginamos que había ocho variedadese de xenomorfo, ocho tipos distintos de huevos con los que podías encontrarte, y otras tantas criaturas que surgían de ellos". Aunque los engendros de Prometheus acabaron siendo mucho menos variados, Spaihts indica que algunas ideas barajadas aparecen en el filme: "Jugamos con la idea de aliens con el caparazón blando, como algunos cangrejos al mudar la concha, lo que les permitiría ser más flexibles y escurridizos. También pensamos en hacerles pálidos, en vez de negros, y que tuvieran alguna similitud con los humanos en cuyo interior se incubaron".

A estas alturas, resulta extraño pensar que Spaihts y Scott se tomaran tanto trabajo pensando en cómo iban a representar al bicho espacial, si en Prometheus la conexión con la saga acaba siendo poco más que un macguffin. Pero el guionista ya ha indicado que su texto original fue desalienizado antes del rodaje... Y abunda en el tema afirmando que el principal responsable fue cierto coautor de Perdidos: "El cambio más radical fue la eliminación del xenomorfo, algo en lo cual el estudio [20th Century Fox] tuvo mucho que ver: querían alejar a la película todo lo posible de la saga Alien y crear una nueva mitología", señala. En este momento, Damon Lindelof entra en escena "para reemplazar la amenaza de los xenomorfos por otras cosas". "Algunas de ellas ya estaban presentes en mi guión, como la presencia del líquido negro que causa mutaciones, Fifield [el personaje de Sean Harris] se convertía en un monstruo de pleno derecho, y por supuesto los space jockeys se revelaban como criaturas terribles y peligrosas". De hecho, apunta el guionista, la idea de que uno de estos pioneros galácticos le volase la cabeza a Michael Fassbender de una tollina fue suya: será que tiene mal despertar.

Ya que mencionamos a David, el androide encarnado por 'Fassy', el cambio más radical en el guión tuvo mucho que ver con el cóctel de whisky y mutágeno que prepara para Logan Marshall-Green. Atención a esto, porque no tiene desperdicio: "David, que está fascinado por la ciencia de los Ingenieros, no contamina la bebida de Holloway. En lugar de eso, Holloway se hacía el chulo quitándose el casco en la nave alienígena, con lo cual caía presa de un comecaras y se quedaba inconsciente". Al despertar, el personaje volvía a la Prometheus, su feliz reencuentro con Noomi Rapace propiciaba un momento sexy (para quitarse el susto) y... "Mientras estaban haciendo el amor, él explotaba y todo quedaba hecho un asco". La perfidia del sintético y su odio hacia el personaje de Noomi iban más allá: "David desprecia a sus creadores humanos, y piensa que su lugar está entre los Ingenieros, por eso va él solo a la nave. Shaw intenta detenerle, así que él la expone a un comecaras: cuando están en la cámara, acaricia un huevo del cual surge la criatura. Pero esta no se lanza a por David (¡su aliento no es húmedo!), así que el androide puede jugar con el bicho como si fuera un gatito y después lanzarlo a por ella. En mi borrador, ese era el motivo por el cual Shaw tenía que ser operada en la vaina médica". Vale, pero ¿no habían dejado claro Alien y Aliens: El regreso que intentar extraer un embrión xenomorfo suponía la muerte del huésped?

Muchos expectadores de Prometheus se quedaron un poco pasmados ante el cambio de actitud de David una vez que ha sido reducido (bofetón mediante) a una cabeza en una bolsa de deporte. "En mi borrador, David era más sanguinario, y sus traiciones resultaban más barrocas", explica Spaihts. De hecho, en lugar de salir pitando rumbo al planeta de los Ingenieros, ambos acababan de una forma muy distinta. "Shaw y él se quedaban varados en el planeta desierto: era un final mucho más abierto, dejando claro que ambos tendrán que trabajar juntos si quieren sobrevivir". ¿Suena a gancho para secuelas? Pues sí, porque Scott y Spaihts habían hablado de "hacer dos películas, o más probablemente una trilogía, que cerraría el círculo con respecto a la saga original". Además de "una escena aún más grimosa que la del medpod, sobre la que no puedo hablar", sus ideas incluyeron "la llegada de la compañía Yutani [futuros socios de Weyland], la revelación del gran plan de los Ingenieros y una visita a su mundo natal". En fin, ¿en qué universo paralelo se está proyectando ahora mismo esa película?