Muere el actor Héctor Colomé

Era habitual verlo interpretar con extrema elegancia papeles de villanos autoritarios de voz grave u hombres superados por las circunstancias a los que no les falta dignidad. El actor hispanoargentino Héctor Colomé, nacido en Córdoba (Argentina) en 1944, falleció el sábado pasado en Madrid a los 70 años víctima de un cáncer. Llegó a España a principios de los años 80 ya con una reconocida carrera interpretativa forjada sobre los escenarios argentinos. Su primer éxtio teatral en nuestro país fue Absalón (1983) e inmediatamente comenzó a dejarse ver también en la pequeña y la gran pantalla.

A finales de la década trabajó como actor de doblaje en series como Los Caballeros del Zodiaco, McGyver, Falcon Crest y Colombo. En 1992 ingresó en la Compañía Nacional de Teatro Clásico de Adolfo Marsillach, bajo cuya dirección despuntó y afianzó su carrera en aplaudidas versiones de Fuenteovejuna, El médico de su honra y La vida es sueño. En el cine tuvo apariciones contadas, pero a las órdenes de los directores más importantes de la época: Pilar Miró (Tu nombre envenena mis sueños, 1996), Vicente Aranda (Libertarias, 1996), Antonio Mercero (La hora de los valientes, 1998), Mario Camus (La ciuda de los prodigios, 1999). Sus incursiones en la televisión también eran recurrentes y notorias, gracias a la rocosa presencia del actor en series policiacas como Brigada central, Petra Delicado, El comisario o Policías, en el corazón de la calle, así como en la telenovela Amar es para siempre.

Fue durante la década pasada cuando Colomé dejó constancia en el cine de su talento actoral con tanta intensidad como seguía demostrando en paralelo en el teatro. Además de mediante papeles como Fernando el Católico en Juna la Loca (Vicente Aranda, 2001) o una pequeña intervención en La caja 507 (Enrique Urbizu, 2002), fue en la obra de Daniel Sánchez-Arévalo, hijo de su pareja la actriz Carmen Arévalo, donde brilló de modo memorable. Primero en los cortos Profilaxis (2003) o Física II (2004) y luego con sus duros papeles de padre en AzulOscuroCasiNegro (2006) y La gran familia española (2013).

Xavi Puebla fue el director que le brindó los mejores papeles de su carrera, en la tragicomedia farmacéutico-laboral Bienvenido a Farewell-Gutmann (2008) y en el drama de venta a domicilio A puerta fría (2013). Como broches finales a su obra cinematográfica quedan una colaboración con Jim Jarmusch (en Los límites del control, 2009) y el último papel que completó para el cine: [REC] 4: Apocalipsis (Jaume Balagueró, 2014).