Nanni Moretti, sus mejores 'exabrupti'

¿Que Nanni Moretti quiere hacer una película sobre el Vaticano? Mucho revuelo de sotanas tuvo que darse en las estancias papales al conocerse la noticia de que el iconoclasta director tenía puesto el ojo en la Iglesia Católica Apostólica Romana. Un susto bajo los capelos cardenalicios que tras el visionado de Habemus Papam en la pasada edición de Cannes quedó en nada. Resultó que la esperada sátira mordaz de Moretti contra la Iglesia no era ni mordaz ni sátira. Era otra cosa, un amable cuento sobre el Vaticano en el que los cardenales jugaban al volley y los Papas sufrían crisis de ansiedad (ni siquiera de fe). El resultado, un montón de morettinófilos sumidos en la decepción profunda porque el Pope de la incorrección política se estaba reblandeciendo. El director de Caro Diario o Abril, ateo por la gracia de Buñuel (como el autor español se considera "no creyente, gracias a Dios") no tardó en dar la réplica: “Todo el mundo esperaba que atacara al Vaticano, que hablara de escándalos financieros y hasta de pedófilos. Claro que me informé sobre eso, y siento que la Iglesia ha perdido autoridad y credibilidad. Pero es mi guión, mi película y son mis cardenales y mi Vaticanos”. Tras este momento Scattergories, y esperanzados ante la idea de que algún día vuelva el Moretti de la cámara, la vespa y la mala leche, repasamos los mejores exabruptos del director romano.

Las lindezas que el director italiano le ha dedicado al Cavaliere (“pienso que Berlusconi es todo lo contrario de un hombre de Estado: la democracia es algo que le es completamente extraño, que no llega a comprender bien y que, en cualquier caso, no le hace perder el tiempo”, etc) darían para un solo artículo y se remontan a su primera victoria electoral. Año 1994, 28 de marzo. Moretti lo cuenta en Abril. Está viendo la tele en casa de su madre el día en el que, por primera vez, la derecha se hace con el poder desde que él tiene uso de razón. ¿Qué hacer ante tamaño desastre? ¿Sabéis lo que es una canna en italiano?

¿Gracioso? Sí. Pero con el tiempo, claro, ha dejado de serlo. Il Caiman, su anterior película que nunca llegó a estrenarse en España, incluye un retrato de Berlusconi (interpretado por el propio Moretti) que es pura bilis. La película salió en plena campaña electoral del año 2006.

Visto lo visto, uno pensaría que Moretti trabaja para la izquierda italiana. Pues tampoco. En Abril, pseudo-diario en el que el director celebra el nacimiento de su hijo, lanza una dura crítica al partido L'Ulivo, la coalición de centro–izquierda que gobernaba en Italia desde 1996. Con la mítica escena en la que, frente a un televisor, el director se desespera gritando “D’Alema reagisci” apuntando a la falta de reacción por parte de la izquierda italiana, creó un lema y dio tanto en el clavo que hasta el sacudido partido político tuvo que darle la razón.

En 2008 Nanni deja boquiabierta a la Berlinale montándoselo con la actriz Isabella Ferrari en una explícita escena sexual de la película Caos Calmo. A los obispos se le ponen los pelos de punta. Moretti cuenta a la prensa que ha recibido cartas de despedida de sus fans retirándole la admiración profesada en el pasado y se queja del comportamiento de la prensa, que ha llamado a su madre para preguntarle qué opinión le merece dicha escena. El director asegura: "Así en Italia dejarán de verme como un ente abstracto".

Para sus colegas (en Ecce Bombo, su primera película con medios profesionales, le mete una pulla al director Alberto Sordi; ha dicho en numerosas entrevistas que no sabe "cómo un hombre tan poderoso como George Lucas no se aburre haciendo filmes como Star Wars"), para los críticos de cine (mítica la secuencia en Caro Diario en la que Moretti le hace buylling al crítico que ha calificado positivamente Henry, retrato de un asesino) y también para el público. En 1991 Moretti acomete un gesto romántico y suicida donde los haya: monta un cine. El Nuevo Sacher, llamado así como su productora (Sacher Film) proyecta cine de autor en versión original y tiene menos público del que a Moretti le gustaría. Es por ello que filma un corto documental sobre la noche anterior al estreno de Close Up, de Kiarostami (Il Giorno della Prima di Close Up) en el que describe el fracaso de taquilla que hace su estreno al coincidir en el mismo fin de semana con el de El rey león, un hecho que sólo se puede deber a… la estupidez humana.

Ahora ya no. Ahora está bien visto y se recupera con nostálgica frecuencia hasta en nuestro país. Pero, nos preguntamos, ¿puede haber algo más revolucionario que cantar a Franco Battiato en 1989? Moretti lo hizo en su divertidísima Vaselina roja.