¿Por qué Putin no quiere que veas la candidata rusa al Oscar?

'Leviatán’ es la cuarta película del mejor (y más valiente) cineasta ruso vivo. Te explicamos por qué Putin no quiere que Andrey Zvyagintsev (‘Elena’) se lleve la estatuilla
¿Por qué Putin no quiere que veas la candidata rusa al Oscar?
¿Por qué Putin no quiere que veas la candidata rusa al Oscar?
¿Por qué Putin no quiere que veas la candidata rusa al Oscar?

“El miedo y yo nacimos gemelos”, dijo Thomas Hobbes refiriéndose al parto prematuro de su madre al enterarse de que la Armada Invencible española se aproximaba a la costa inglesa. Una reflexión nada baladí viniendo del filósofo que más desconfianza hacia el ser humano ha albergado en toda la historia de la humanidad. El autor de Leviatán y de la frase con más colmillo de los manuales de pensamiento político (“el hombre es un lobo para el hombre”; “homo homini lupus est”) basó su línea de razonamiento en la teoría de que los hombres, persiguiendo nuestro propio beneficio, estábamos en guerra con todos los demás. Para protegernos de nosotros mismos, era necesario el Estado. El Leviatán. El gran monstruo que nos organiza y nos gobierna. Pero eso, cuéntenselo a un ruso como Andrey Zvyagintsev.

“Vivir en Rusia es como vivir en un campo de minas. Es muy complicado evolucionar personal y profesionalmente”, declaró recientemente el director de Leviatán al periódico The Guardian. Su cuarta película,  la odisea –entre kafkiana y versión caucásica de un noir de los hermanos Coen– de un mecánico al que un alcalde encaprichado intenta echar de su propia casa, es sin duda la más crítica de su carrera con el sistema político ruso. Tras El regreso –León de Oro en Venecia en 2003–, El destierro –Mejor actor en Cannes 2007– y Elena –Premio Especial del Jurado en Una cierta mirada–, este aspirante a actor de nombre impronunciable cuyas señas de identidad (metraje largo, misterio pausado, cotidianeidad poética…) le han granjeado comparaciones con Tarkovski, ganó el Mejor guión en la pasada edición de Cannes con su obra más puntillosa con la Rusia del aguerrido Putin.

Aunque en Cannes Zvyagintsev defendió su fábula gris sobre la burocracia estatal como una obra universal basada en un caso real estadounidense, ganándose la candidatura a los próximos premios Oscar, el ministro de cultura Vladímir Medinsky, miembro del gabinete presidido por Putin, aseguró que Leviatán no le había gustado y matizó: “Dejaremos crecer todas las plantas, pero sólo regaremos las que nos gusten”.  Tras la nominación, profundizó en su amenaza en una entrevista concedida al periódico Izvestia, resaltando que los personajes de Leviatán no eran “verdaderos rusos” y que, en casos como ése, “las películas que insultan a las autoridades en el poder no deben ser financiadas con el dinero de los contribuyentes”. Thomas Hobbes estaría orgulloso.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento