¿Qué es una 'cumberbitch'? Keira Knightley ya lo sabe

The Imitation Game se ha llevado el premio gordo del Festival de Toronto, elegido por el público y, durante los últimos años, un termómetro imprescindible para detectar películas que dominarán las conversaciones pre-Oscar. Además, si de aroma a Oscar se trata, el biopic de Alan Turing que ha dirigido Morten Tyldum (Headhunters) parece especialmente ideado para tocar todos los palos que suelen encandilar a la Academia. Luego está su protagonista, por supuesto, Benedict Cumberbatch. El actor británico ya tenía un pequeño papel en 12 años de esclavitud, la triunfadora del año pasado, pero parece que será en la temporada de premios 2014-2015 cuando realmente termine de explotar, con al menos la nominación al Oscar ya prácticamente asegurada si hacemos caso a los cronistas propensos a leer el futuro.

De todas formas, a nadie debería pillar por sorpresa la fiebre hacia Cumberbatch. Desde que en 2010 empezó a protagonizar Sherlock junto a Martin Freeman, el número de fans internacionales del actor no ha hecho nada más que crecer, espoleado por otros papeles en el teatro y en el cine, como el de El topo, War Horse, Star Trek: En la oscuridad o siendo la voz de Smaug en El Hobbit. Hasta su intervención en Barrio Sésamo es memorable. El fenómeno ha acuñado hasta su propio término: cumberbitches. Dícese de todo adorador fanático e insaciable, de cualquier género, rendido ante la montaña de carisma de Benedict Cumberbatch. Su compañera de reparto en The Imitation Game, Keira Knightley —con quien ya coincidió en Expiación (2007)—, confiesa haber descubierto la existencia del término durante esta semana presentando el filme en Toronto. Al comienzo de esta entrevista para Vanity Fair puedes ver cómo reaccionaba cuando la gente le preguntaba si ella misma era una cumberbitch. ¿Y tú, eres cumberbitch?