Balada triste de trompeta

De la Iglesia recoge ese espíritu de 'El día de la bestia', pero madurado, con tres personajes que han pasado los límites de la cordura
Balada triste de trompeta
Balada triste de trompeta
Balada triste de trompeta

DICE ÁLEX DE LA IGLESIA que esta película es un intento de exorcizar el demonio del dolor, la rabia y la envidia que ha guardado siempre en su interior por una herida pasada de la que no tenía la culpa, ni él, ni la mayoría de nosotros. Por eso esta Balada triste de trompeta está llena de Álex de la Iglesia, de sus tripas, de sus anteriores filmes, de su pasión por el cine, de su obsesión por Hitchcock y por tensar tanto la cuerda de lo grotesco y lo violento que lleva a sus personajes y la historia a tambalearse como funámbulos cruzando de un edificio a otro… pero sin red sobre la que caer seguros. Será por la crisis de los 40, porque se siente seguro arriba, como cabeza visible del cine español, o simplemente porque le dio la gana, pero este señor de Bilbao se arriesgó a pasar de los convencionalismos (en el mejor sentido) en los que había caído últimamente para volver a su cine bruto de hace 15 años, ése que quizá no es apto para todos los públicos, aunque debería serlo.

Recoge De la Iglesia ese espíritu de El día de la bestia, pero madurado, con tres personajes que han pasado los límites de la cordura y que, de hecho, cada vez la ven más lejos porque están cegados por la venganza, comidos por el odio y la amargura. Como estaba España en el año 73. Carlos Areces se descubre, de payaso triste, como un posible gran actor (a pesar de ciertas reminiscencias chanantes), y convence convertido en ese bufón obispo incapaz de soltar la metralleta. De Antonio de la Torre ya lo sabíamos, pero vuelve a amedrentarnos esta vez como un payaso maltratador, crecido en su poder de provocar miedo en los demás, sobre todo, en la chica (acrobática Carolina Bang), uno de los mejores personajes femeninos de Álex de la Iglesia, aunque su ambigüedad masoquista resulte demasiado desagradable a veces. Pero ahí está el empeño del director, el juego que establece con el espectador, provocándole pena, asco y risa en una misma escena para despertarle del letargo. Nadie se queda indiferente con los gemidos de Raphael cantando La balada de la trompeta, eso es seguro.

Tampoco el ritmo vertiginoso de la película deja respirar. Pero hay que resumir 40 años de circo español. Y son muchos años. La Guerra Civil está mejor retratada que nunca en sólo un par de escenas: un genial Fofito entristecido y la imagen de ese payaso tonto vestido de niña cortando

cabezas a machetazos. Y esos títulos de crédito… Suficiente como para olvidar que quizá las prisas le jugaron alguna mala pasada. En cualquier caso, como sus personajes, Álex de la Iglesia se ha puesto al borde del abismo para enfrentarse a sus miedos. Y les ha vencido. Exorcismo

completado.

IRENE CRESPO

Valoración:

FICHA TÉCNICA

Balada triste de trompeta
  • Director:
  • Género:
  • País:
  • Sinopsis:

    Dos payasos (Antonio de la Torre y Carlos Areces) luchan por el amor de una trapecista (Carolina Bang) en plenos estertores de la dictadura franquista.

  • RESUMEN: De la Iglesia recoge ese espíritu de 'El día de la bestia', pero madurado, con tres personajes que han pasado los límites de la cordura

  • ESTRENO: 17/12/2010

  • Comedia / España / 2010 / Dir: Álex de la Iglesia / Reparto: Antonio de la Torre, Carlos Areces, Santiago Segura, Carolina Bang, Raúl Arévalo, Terele Pavez / Guión: Álex de la Iglesia

Mostrar comentarios

Códigos Descuento